miércoles, 6 de febrero de 2013

Cristián, un poeta auténtico

Cristián es un magnífico poeta mexicano al que le gusta poco aparecer bajo los reflectores de la vida cultural oficializada. Sin embargo, su profundo conocimiento poético y su absoluta congruencia con su oficio de poeta y escritor, hacen de él un creador distinto. Maestro, tallerista, un sorprendente versificador, conoce los más ajustados tornillos de la relojería poética. Aquí compartimos tres textos de su autoría. Juzguen por sí mismos la calidad de la obra de Cristián, al que por cierto le gusta hacerse llamar el Gato.     Y aunque nosotros nos vamos, los convocamos a seguir leyendo. Los libros son ventanas hacia la mente y el alma. Abrámoslos. Buenas lecturas, les deseamos, eternamente.     Atte. Consejo Editorial de Oficio de letras.  


Para llegar a este silencio
Cristián

Para llegar a este silencio tuve que sembrar vientos
y cosechar tempestades, tuve
que llenar feroces vacíos de esperanza,
tuve que merecer las heridas de un tiempo sin poemas
para después merecer las cicatrices.
No fue fácil llegar a este silencio,
pero una vez aquí,
las sombras cayeron como muros
y de su estrépito silente surgió el alba
y de las ruinas de las sombras
nació la verdedumbre que hoy llena de existencia mi latido
y de lo que quedó de las tinieblas
levanté el arduo olvido y la sencilla paz
en donde se refugian mis sueños cada noche.
Para llegar a tu alma, Carmen,
tuve que merecer la luz de tu mirada.
No fue fácil llegar a tu mirada.
 
 
 
UNDERGROUND
Cristián
Nunca líder ni masa. Entre la sombra,
al margen pero atento, no parece
ni siquiera existir, nadie le nombra
pero en la voz de todos enmudece.
Nunca líder ni masa, para serlo
se ha de existir, consigna o estandarte.
No se enarbola un nombre sin tenerlo.
No puede serse espectador y parte.
Ser contraste, ser fondo, ser ambiente
detrás del primer plano, la innombrable
esencia que se intuye vagamente...
ser la eterna tiniebla; el inmutable
anonimato del sobreviviente.
¡ Nunca líder, ni masa deplorable !


A TIENTAS
Cristián

Toda la obscuridad, toda la sombra,
todo el azar que vela en cuanto nombra
de las divinidades a ninguna.
Ni siquiera la luz de la pupila,
la blanca estupidez en la tranquila
y vacía inconsciencia de la luna.

Toda la obscuridad, toda la saña
con que el demonio huérfano se engaña
prestándole sus garras al suicida.
Ni siquiera la luz del desengaño:
negra es la evocación, negro es el daño
y el hastío del alma ennegrecida.

Toda la obscuridad. Desde el espejo
rebosado de sombras, surge un viejo
enigma de tinieblas y locura.
Ni siquiera la luz de un pensamiento
para alumbrar las horas de tormento
buscando un dios en esta celda obscura.
 

Contacto con Cristián, para conocer más acerca de él: https://www.facebook.com/cristian.elgato.5?ref=ts&fref=ts